El ciclista detenido desaparecido en 1974 da nombre al Velódromo del Estadio Nacional desde el pasado 5 de abril. Esta mañana habrá una cicletada y una ceremonia de inauguración de una placa, cuyo texto también honrará la memoria de su compañero de club Luis Guajardo, pues ambos corrieron el mismo desenlace trágico. Esta es una lucha de 10 años que se hizo más robusta con una solicitud formal al Ministerio del Deporte en junio de 2022. La familia Tormen habla de “reparación histórica”.
Foto: Archivo Museo Histórico Nacional
El ciclista Peter Tormen acaba de ganar la Vuelta a Chile de 1987. En medio de los vítores, el flamante campeón es abordado por el periodista de TVN, Michael Müller, que le pregunta a quién le dedica el título. “A mi hermano detenido desaparecido”, murmura Peter, sin titubear. La transmisión en directo del canal nacional se va a negro.
“El sentimiento primó sobre cualquier otra presunción. Estimaba que era necesario hacerlo, que estaba protegido por la fama, y que había que decirlo porque era un ahogo que teníamos como familia”, cuenta a Agencia Trova Peter Tormen, a 36 años de aquel acto simbólico en que recordó a su hermano ciclista Sergio Tormen, quien fue secuestrado y trasladado a Londres 38 el 20 de julio de 1974 junto a su amigo y compañero del club Centenario, Luis Guajardo Zamorano. Desde entonces, ambos deportistas figuran como detenidos desaparecidos.
A casi 50 años del luctuoso hecho, Peter aún extraña a Sergio como el primer día en que supo que no lo volvería a ver jamás. “Lo que sí ha pasado es un proceso de adaptación a la realidad que me ha permitido sobrellevar con resiliencia la memoria de mi hermano”, agrega Peter, quien también fue arrestado en esa jornada junto al entrenador nacional de la selección de ciclismo, Juan Andrés Moraga. Tanto Peter Tormen -que a la sazón tenía sólo 14 años- como Moraga fueron liberados dos días después de su detención. No ocurrió lo mismo con Sergio y Luis.
“Yo tenía la esperanza de que me volvieran a detener para ver de nuevo a Sergio, nunca me sentí cómodo con estar afuera”, musita Peter. Luego, hay un breve silencio al otro lado del teléfono.
Una batalla por el reconocimiento
En abril de 1973 Sergio Tormen se convertía en campeón nacional de ciclismo en pista en 50 kilómetros individuales en el Velódromo del Estadio Nacional, repitiendo el logro que había alcanzado en 1972 en persecución por equipos. Paralelamente, Tormen era nominado regularmente como seleccionado chileno de ciclismo de ruta que en 1971 había representado a Chile en los Juegos Panamericanos de Cali, y había ganado medalla de oro en los 100 kilómetros por equipo y medalla de plata en la prueba de ruta de los Juegos Transandinos celebrados en Santiago. “Él dominaba tanto el ciclismo en ruta como el de pista. Pero curiosamente sus únicos dos únicos títulos nacionales los logró en el Velódromo del Estadio Nacional”, cuenta Juan Álvarez, ingeniero, docente de la Universidad de Chile, apasionado estudioso del ciclismo y amigo de la familia Tormen.
El mismo Juan Álvarez fungió como representante de la familia Tormen en la presentación de una solicitud formal al Ministerio del Deporte (MINDEP), con apoyo de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional y del diputado humanista Hernán Palma. El expediente, entregado el pasado 29 de junio de 2022 a dicho ministerio, en ese entonces encabezado por Alexandra Benado, incluyó fundamentos para designar al Velódromo del Estadio Nacional con el nombre de Sergio Tormen, a modo de homenaje al ciclista detenido desaparecido. Hacía 10 años, sin embargo, éste ya era un clamor de la familia Tormen: hubo una campaña ciudadana de apoyo a la petición de bautizar el recinto en memoria de Sergio y se publicaron varias columnas que perseguían igual propósito.
Hace poco, el pasado 5 de abril de 2023, salió humo blanco: el Instituto Nacional del Deporte (IND) emitió un decreto cuyo texto señala que “como una forma de reconocer sus méritos deportivos, con un propósito reparatorio, perpetuando su memoria y su historia”, se designa al Velódromo del principal complejo deportivo en Chile con el nombre de Velódromo Sergio Tormen Méndez. En el anuncio de la jornada de hoy, el Facebook del MINDEP recuerda que Sergio consiguió el bicampeonato en pista justamente hace 50 años, los mismos que se cumplen desde el golpe cívico-militar.
Esta mañana, además, tendrá lugar una ceremonia de orden histórico: a partir de las 11.00 horas habrá una ceremonia en la que se instalará una placa recordatoria en el Velódromo con el nombre de Sergio Tormen. La actividad de hoy, eso sí, comenzará a las 10.00 horas, con una cicletada desde el ex taller de bicicletas de los Tormen, ubicado en San Dionisio 2554 (por entonces ubicada en la comuna de San Miguel, hoy Santiago Centro), sitio donde fueron detenidos Tormen y Guajardo.
“El reconocimiento es bien significativo porque representa un símbolo de memoria en que un sector de la sociedad chilena insiste en que no existen los desaparecidos y se adhiere a un pensamiento bastante brutal. Es un acto de reparación potente, muy fuerte, no solo para nosotros, sino para toda la gente que comparte ese sentimiento de injusticia y de dolor durante 50 años”, narra Peter Tormen, quien viajará desde Puerto Montt -ahí pertenece a una agrupación de conciencia vial llamada Lluviosxs Ciclistas- hasta Santiago a participar del acto de esta mañana, en el que se reunirá con el resto de sus hermanos, incluido Richard Tormen, también destacado ciclista, que viajará desde Miami, donde vive actualmente.
La misma sensación de conformidad por este acto simbólico manifiesta Cynthia Tormen, la sexta de los ocho hermanos, quien se involucró desde el principio en esta cruzada. En la última etapa, sin embargo, participó en menor medida por estar viviendo en La Serena. Así y todo, para ella «que pongan un nombre de un detenido desaparecido en el Velódromo, junto a su amigo Luis Guajardo, es una reparación histórica, porque se reconoce que mi hermano Sergio fue detenido, torturado y asesinado por la dictadura de Pinochet”, analiza Cynthia. Y aclara que lo dice a título personal.
El texto de la placa que se colocará esta mañana en el Velódromo del Estadio Nacional también honrará la memoria del ciclista Luis Guajardo, ex alumno del Liceo Manuel de Salas y detenido horas antes que su compañero Sergio en el taller de los Tormen de San Dionisio. Tras el golpe militar, había congelado sus estudios de ingeniería en la Universidad de Chile para luego sumarse al trabajo clandestino como dirigente del MIR en la zona de Barrancas (actual Pudahuel).
“El Lucho (Luis Guajardo) y Sergio eran muy buenos amigos. Sergio pasó algunas fiestas de año nuevo y celebró un cumple en nuestra casa. Sergio era como el padrino de Peter y de mi hermano Nelson: les regalaba los repuestos para sus bicicletas”, recuerda Enriqueta Guajardo, hermana de Luis. “Ahora, que el Velódromo se llame Sergio Tormen Méndez me conforma, porque se va a contar que él y mi hermano cayeron presos y están desaparecidos forzosamente. No es una cuestión de figurar más o menos”, agrega Enriqueta, quien mandó a hacer una camiseta con los rostros de ambos, de Luis y de Sergio, para mostrarla esta mañana con orgullo en la ceremonia.
Memoria en los Panamericanos
El Velódromo del Estadio Nacional forma parte del circuito de memoria que realiza la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional por los distintos hitos del parque deportivo donde ocurrieron violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Ahora, con el cambio de nombre del Velódromo a Sergio Tormen Méndez, esta ruta refuerza su importancia. “El parque completo del Estadio Nacional es monumento histórico, pero dentro del complejo hay sitios de memoria mayormente protegidos, que son los que administramos nosotros. En ese sentido, aunque en algunas instalaciones fueron utilizadas como lugares de tortura, el Velódromo no es rigurosamente sitio de memoria, pero hemos ingresado una solicitud para que las graderías de ese recinto sean declaradas sitio de memoria, tal como el túnel y la caracola”, describe Marcelo Acevedo, presidente de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional.
Esto reviste importancia de cara a los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos que se celebrarán en Santiago entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre de 2023. Si bien las competencias de ciclismo en pista se realizarán en el Velódromo de Peñalolén por cumplir éste las exigentes normas internacionales, el cambio de nombre del Velódromo del Estadio Nacional a Sergio Tormen Méndez es un aliciente más para hacer recorridos de la memoria al público visitante y a las y los miles de deportistas que participarán de las otras disciplinas que se llevarán a cabo en el principal complejo deportivo de Chile.
“A diferencia de otros eventos deportivos y de otras épocas, en que las autoridades ocultaban las violaciones a los derechos humanos en el Estadio Nacional, nosotros tenemos un acuerdo con la Corporación Santiago 2023 para relevar la memoria, para mostrar lo que ocurrió. Cuando hagamos estos recorridos, recién habrá pasado más de un mes de la conmemoración de los 50 años del golpe”, complementa Marcelo Acevedo.
Precisamente esa persistencia de la memoria, como la que promueve la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, es fundamental para Peter Tormen, en el aniversario número 50 del quebrantamiento de la democracia, escenario en el cual aún proliferan idearios negacionistas de ultraderecha. “En Chile estamos en un momento en que no sabemos lo que puede pasar. No podemos creer que lo que pasó no sucederá otra vez. Esta frase del ‘nunca más’ es una ficción si no se apoya en una memoria constante”, advierte el menor de los Tormen.
Las dudas sobre su militancia
Según consta en el Informe Rettig, el 20 de julio de 1974, Luis Guajardo fue abordado por tres agentes de la DINA en el taller de la familia Tormen a eso de las 11.00 horas y luego trasladado a Londres 38. A las 13.30, en tanto, la policía secreta de Pinochet regresó al taller a buscar un bolso de Guajardo. En eso, se llevaron presos a Sergio y Peter Tormen. A la noche capturaron al seleccionador nacional de ciclismo, Juan Andrés Moraga.
Las circunstancias en que ocurrió el hecho, según Cynthia Tormen, instala un manto de dudas sobre la pertenencia de Sergio Tormen al MIR. A la familia, al menos, no le consta si Sergio militó o no. “Nunca supimos si él fue del MIR o no. Pero da lo mismo: a él le cercenaron sus derechos y es lo único que importa”, acota Cynthia, quien describe a su hermano Sergio como una “buena persona, sensible, cooperador, solidario y que recibía el cariño de todo el mundo”. Eso sí, asegura Cynthia, “en lo cotidiano él no hablaba de política. Generalmente sus temas eran sus novias, sus estudios, sus viajes y le gustaban mucho Los Beatles. Su mente estaba en los Panamericanos 1975 que se iban a hacer en Chile y se suspendieron”. Al contrario, Peter Tormen recuerda que en una publicación de la revista Paloma, durante la Unidad Popular, Sergio “hace una declaración en la que se define como un revolucionario más”.
Sin perjuicio de ello, Cynthia Tormen reconoce la sensibilidad de izquierda que insuflaba el corazón de su familia, y que su madre Lucía Méndez les inculcó todos los sueños de justicia social desde su militancia en el Partido Radical. Fue Lucía justamente quien libró una batalla sin descanso por memoria, verdad y justicia en el caso de su hijo Sergio, a través de distintas acciones: recursos de amparo, denuncias e incluso encadenarse al ex Congreso Nacional. Lucía falleció hace 10 años, muy enferma y cansada. Sergio tenía 25 años cuando fue hecho desaparecer.
Peter Tormen tampoco tiene la claridad sobre si Sergio era mirista. Enriqueta Guajardo, hermana de Luis, piensa que Sergio prestaba colaboración al MIR. “Creo que nuestra familia estaba de alguna manera más preparada a que a Lucho lo tomaran preso, por él ser militante del MIR. Teníamos una forma de comunicarnos por teléfono, se cambiaba ropa a cada rato. Yo tengo un recuerdo de él como alguien muy estudioso y serio, pero a la vez muy chistoso y juguetón”, relata Enriqueta. Luis tenía 22 años cuando fue hecho desaparecer.
Al igual que en el caso de Sergio, la madre de Luis Guajardo, Eliana Zamorano (cumplirá la próxima semana 92 años), movió cielo, mar y tierra con tal de hallar el paradero de su hijo. Luis es una víctima del “Caso de los 199”, un operativo ejecutado por la DINA -conocido también como “Operación Colombo”- destinado a encubrir crímenes selectivos contra 199 opositores a la dictadura, principalmente militantes del MIR como Luis Guajardo, y que se alimentó de una campaña de desinformación a gran escala con directa complicidad de los medios de comunicación.
Y si bien la búsqueda ha sido infructuosa, al menos en este caso se puede afirmar que los tribunales actuaron con relativo -aunque tardío- sentido de justicia. Recién en 2006 -y después de numerosas acciones judiciales, incluso una querella criminal presentada en 2000 por Cynthia Tormen contra el mismo Augusto Pinochet- el ministro de fuero Joaquín Billard condenó por secuestro calificado a los represores Manuel Contreras y Marcelo Moren Brito -10 años de cárcel-, y a Osvaldo “Guatón” Romo -cinco años. Clave fue el testimonio del propio Peter Tormen que descubrió el rostro de Romo cuando era trasladado en una camioneta junto a su hermano a Londres 38. La sentencia fue ratificada por la Corte Suprema en 2009.
Lo que sucederá esta mañana en el Velódromo del Estadio Nacional se suma a los homenajes póstumos que ha recibido Sergio Tormen: un monolito a su memoria en una plaza ubicada en Marathon con Los Alerces, Ñuñoa, muy cerca de la casa familiar; su nombre está en Londres 38, Villa Grimaldi, el Museo de la Memoria y Cementerio General; y existen dos libros: “La bicicleta mágica de Sergio Krumm” (2013), de Marcelo Guajardo (sólo alcance de apellido con Luis), y “Mi hermano Sergio” (2022), de Ítalo Hernández, quien iba a ser el ahijado de Sergio.
Luis Guajardo, en tanto, también figura en los cuatro recintos citados con antelación, pero además su nombre aparece en placas recordatorias en el Liceo Manuel de Salas y en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. Lo que sí marca la diferencia, aclara el profesor Juan Álvarez, es que por primera vez en Chile un velódromo tendrá un nombre. Y no es cualquiera: es el de un detenido desaparecido.
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